Los indígenas llamaban el sitio “MISITARADO”, cuyo nombre descompuesto en lengua aborigen significa: MISI = Loras; TARA = Muchas; DO = Río, es decir, “Río de muchas loras”.
Los aborígenes que poblaron estas tierras se vieron sorprendidos con la llegada de unos extraños hombres, blancos montados a caballo y que creían que hombre y bestia eran una misma persona; eran los conquistadores españoles y especialmente adelantado del Mariscal Jorge Robledo, Lugarteniente don Ruy Fernández de Vásquez quien levanto las chozas al lado de ese mismo río rodeado por colinas, sembradas de “arrayanes”, por lo cual fue bautizado con el nombre de ARRAYANAL. Esto sucedió en el año 1539. Ese nombre lo conservó hasta el año 1925 cuando la asamblea de Caldas lo elevó a la categoría de municipio y le cambió el nombre por el de Mistrató.
Mistrato cuna de una cultura: los indígenas embera Chamì son una gran población que habitan y se mezclan con la comunidad mestiza desarrollando su economía y cultura en torno a todo lo social, conservando sus mitos, leyendas, tradiciones y costumbres.